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Calefacción con energía fotovoltaica: ventajas, desventajas y posibilidades
La calefacción con energía fotovoltaica es cada vez más popular debido a la disminución de las tarifas de alimentación y al aumento de los precios de los combustibles fósiles. En este artículo aprenderás si vale la pena, cuáles son sus ventajas y desventajas y qué opciones existen para calentar con energía fotovoltaica.
Lo primero es lo primero
¿Tiene sentido calentar con energía fotovoltaica?
La calefacción con energía fotovoltaica es una buena manera de aumentar el autoconsumo y ahorrar costes de electricidad.
¿Cuánto cuesta la energía fotovoltaica para calefacción?
Dependiendo de la solución, los costes de un sistema fotovoltaico para calefacción oscilan entre 20.000 y 50.000 €.
¿Que opciones hay?
Para calentar con energía fotovoltaica también se necesita una bomba de calor, una resistencia o un calentador infrarrojo.
¿Cuales son las desventajas?
Además de los mayores costes de inversión, la energía fotovoltaica requiere una mayor superficie de tejado para calefacción.
¿Tiene sentido calentar con energía fotovoltaica?
La calefacción con energía fotovoltaica tiene sentido debido a los altos precios de la electricidad y la caída de los costes de la energía fotovoltaica. Además, la tarifa de alimentación está disminuyendo cada vez más. Esto hace que el autoconsumo resulte más rentable que inyectar energía a la red. La calefacción con energía fotovoltaica es una forma de aumentar el autoconsumo. Dependiendo del sistema se puede alcanzar una tasa de autoconsumo de hasta el 80%.
¿Cuáles son las ventajas de la calefacción con fotovoltaica?
La calefacción con energía fotovoltaica tiene muchas ventajas. Reduce los costes energéticos porque la electricidad autogenerada es hasta 30 céntimos por kWh más barata que otras fuentes de energía.
1. Reducción de los costes energéticos
Debido a la alta demanda y la madurez de la tecnología de células solares, los precios de la energía fotovoltaica han estado cayendo durante años. Los costes de producción de electricidad oscilan hoy en día entre 3 y 11 céntimos por kWh. Mientras tanto, los precios de la energía están aumentando a niveles récord, lo que significa que usted puede ahorrar hasta 30 centavos por cada kWh de energía solar que utilice. Además, la tarifa de alimentación está disminuyendo, por lo que la alimentación a la red ya no resulta rentable.
Cuanto más energía solar genere y utilice usted mismo, menores serán sus costos de energía. Al mismo tiempo, eres más independiente.
2. Independencia de los proveedores de energía
Instalando un sistema fotovoltaico se puede conseguir una tasa de autoconsumo del 25 al 35%. Si se calienta con energía fotovoltaica, este valor aumenta hasta 50 o 60%. Con un sistema de almacenamiento y gestión de energía puedes llegar incluso a 80%. Esto le proporciona un nivel de autosuficiencia de hasta el 70%, haciéndolo más independiente de los proveedores de energía.
3. Estabilidad de precios
En 2022, el precio del kWh de electricidad subió hasta 70 céntimos, antes de volver a caer bruscamente. La evolución de los precios era impredecible en ese momento. Al calentar con energía fotovoltaica, reduce su consumo de red y se ve menos afectado por las fluctuaciones de los precios de la energía.
4. Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero
La calefacción con energía fotovoltaica también contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta combinación de sistemas emite sólo alrededor de 100 g de CO₂/kWh. Las fuentes de energía convencionales, como el gas y el gasóleo de calefacción, alcanzan emisiones de hasta 400 g de CO₂/kWh. Además, la mayor parte de las emisiones se producen durante la producción y el transporte. El funcionamiento está libre de emisiones. Por esta razón estos sistemas cuentan con el apoyo del Estado.
5. Subvenciones estatales
La Oficina Federal de Asuntos Económicos y Control de Exportaciones (BAFA) financia hasta el 40% de los costes subvencionables para sistemas de calefacción sostenibles. Las subvenciones estatales para la energía fotovoltaica se ofrecen en forma de préstamo KfW 270 y de tarifa de alimentación. Dependiendo de dónde vivas, hay disponibles subsidios adicionales específicos de cada país y municipio para calefacción con energía fotovoltaica.
6. Desgravación fiscal
Desde principios de 2023, no pagará ningún IVA al comprar sistemas fotovoltaicos y accesorios debido al tipo impositivo cero para la energía fotovoltaica. El reglamento de simplificación también se ha ampliado a las instalaciones fotovoltaicas de hasta 30 kWp, de forma que están exentas del impuesto sobre la renta y sobre actividades económicas. Sin embargo, todavía es necesario registrar su sistema fotovoltaico.
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¿Cuáles son las desventajas de la calefacción con energía fotovoltaica?
La mayor desventaja para muchos propietarios son los elevados costes de inversión y la gran cantidad de espacio requerido.
1. Altos costos de inversión
La calefacción con energía fotovoltaica supone unos costes de inversión de entre 20.000 y 50.000 euros, a pesar de la caída de precios y de los tipos impositivos cero. El sistema de calefacción cuesta hasta 30.000 € y el sistema fotovoltaico hasta 20.000 €. Si a esto le sumamos el almacenamiento de energía y la gestión energética, los costes aumentan aún más, hasta 15.000 €. Aunque los subsidios ayudan a reducir los costos, la inversión inicial sigue siendo cara.
2. Requisitos de espacio de instalación
Una instalación fotovoltaica requiere una superficie de tejado de hasta 60 metros cuadrados. Si se calienta la casa con energía fotovoltaica, se necesita una instalación fotovoltaica más grande y, por lo tanto, aproximadamente 25% más de superficie de tejado. No siempre hay suficiente espacio en el techo para la instalación. También necesitará espacio adicional para una bomba de calor o un calentador infrarrojo. Esto limita la implementación.
¿Qué opciones existen para calentar con energía solar?
Tienes varias opciones para calentar con energía solar. La combinación más común es una bomba de calor con energía fotovoltaica. Otra opción es la combinación de un elemento calefactor y energía fotovoltaica. También es posible calentar con calefacción por infrarrojos y con energía fotovoltaica, aunque se trata de un sistema orientado al futuro.
1. Fotovoltaica con bomba de calor
La bomba de calor es un sistema de calefacción que utiliza el calor ambiental para calentar. Se trata de fuentes de energía renovables como el aire, las aguas subterráneas o el suelo. La bomba de calor necesita electricidad para absorber y calentar el calor ambiente. Se pueden generar hasta 5 kWh de calor a partir de 1 kWh de electricidad. Si combinas la bomba de calor con un sistema fotovoltaico podrás reducir tus costes de calefacción hasta en un 60%. Al mismo tiempo, aumenta la rentabilidad de la instalación fotovoltaica gracias a un mayor autoconsumo.
2. Fotovoltaica con elemento calefactor
Si combinas un elemento calefactor con energía fotovoltaica podrás utilizarlos para calefacción y/o producción de agua caliente. El elemento calefactor genera calor utilizando energía eléctrica y calienta el agua de calefacción en un tanque de almacenamiento. Este calor se utiliza para calentar agua o apoyar el sistema de calefacción. El elemento calefactor solo utiliza el exceso de energía solar.
La combinación de energía fotovoltaica y elementos de calefacción es un sistema sencillo, ya que no son necesarios sistemas de tuberías adicionales. Sin embargo, esta opción no es muy eficiente.
3. Fotovoltaica con calefacción por infrarrojos
La calefacción por infrarrojos es un sistema de calefacción eléctrico que utiliza rayos infrarrojos para distribuir el calor por toda la habitación. El calentador infrarrojo no calienta directamente el aire de la habitación, sino únicamente objetos y personas. Como el calentamiento se produce por radiación y no por convección de calor, no se crea humedad ni circulación de aire opresiva.
En la actualidad, los calentadores infrarrojos son más adecuados que los calentadores adicionales. Consumen mucha electricidad y por eso suelen resultar antieconómicos. Su uso en combinación con energía fotovoltaica tiene sentido en casas de alta eficiencia y con bajos requerimientos de calefacción. Son especialmente eficaces en el periodo de transición entre el otoño y la primavera.